16 de Agosto de 2015- Domingo
Con mi atención centrada en el Espíritu siento libertad.
Libre
Puede que sienta que mis circunstancias me restringen.
Tengo compromisos por cumplir, facturas por pagar y a un crítico interno a quien apaciguar.
Entonces, me dirijo a Dios con todo mi corazón y con amor mantengo a la oración por guía.
Cambio mi enfoque de la escasez a la abundancia.
Pienso y siento que la libertad proviene de mi interior, así que tengo el poder que necesito para crear un sentido de una libertad absoluta en mi vida.
En medio de mi reflexión determino que tal vez un cambio de actitud sea todo lo que yo necesite para sentirme realmente libre.
También puedo cambiar la forma en la que me comunico con los demás.
Es en ese instante en que me siento empoderado para compartir mis sentimientos y necesidades abierta y afablemente.
Si me toca escuchar a otro, lo hago con compasión.
Respiro antes de reaccionar y respondo con amor.
2 Samuel 22:37
“Has hecho fácil mi camino, y mis pies no han resbalado”.