09 de Octubre de 2015- Viernes
Soy una expresión vibrante de Dios
Vibrante
Mis sentidos se regocijan en los colores vívidos de la naturaleza; en la calidez del sol y en la brisa fresca del amanecer; en el olor del océano y el aroma de la cena; en el silencio de la oscuridad y en la risa de los amigos. A medida que acojo estas expresiones de vida, soy uno con la magnificencia de Dios.
El copioso océano y el brillante sol me emocionan. El viento en la cima de la montaña aclara cualquier pensamiento de limitación o separación merodeando en mi mente. Vivo con la energía de la creación que fluye en mí y por medio de mí. En esta unidad, todo es posible. El poder de Dios sana toda herida y revela el camino para comenzar de nuevo. Soy un ser ilimitado y vibrante, profundamente consciente del potencial divino que se expresa como yo. (F)
Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece