11 de Octubre de 2015- Domingo
Gracia
Dios me ofrece su gracia sin condiciones. Mi valía no depende de lo que hago o logro. Soy digno de gracia por ser una creación divina. Cuando Moisés estuvo ante la zarza que ardía y no se consumía y preguntó a Dios qué iba a responder cuando le preguntaran quién lo había enviado, Dios le dijo: “Yo soy el que soy”. El mismo Yo soy encarnado en Jesús mora en mí. He sido creado “a imagen y semejanza” de mi Creador, por lo tanto, soy la esencia misma de Dios. El don de mi esencia es la gracia.
La gracia también toma forma en mi vida como bondad y bien encantadores. Permito que la gracia rebose de mi corazón libre y gozosamente. Vivo en la plenitud de la gracia simplemente por ser quien soy.
Efesios 2:8
“Ciertamente la gracia de Dios lo ha salvado por medio de la fe... que es un don de Dios”