20 de Octubre de 2015- Martes
Al morar en lo sublime experimento la presencia de Dios.
Sublime
Algunos momentos en la vida son más que hermosos, son sublimes. El filósofo alemán Artur Schopenhauer dijo que experimentamos lo sublime cuando tomamos conciencia de nuestra unidad con la naturaleza. Al apreciar el mundo a mi alrededor, encuentro lo sublime.
Comienzo notando colores y detalles placenteros. Cuando una flor llama mi atención, tomo un momento para mirarla con más detenimiento. Noto líneas delicadas, salpicaduras de polvo dorado y motas blancas. Pétalos aterciopelados y en espiral llevan mi vista hacia el interior. Los bordes externos de la flor se expanden y veo la presencia del Espíritu. Esta presencia infunde en la flor y en mí. Experimento la unidad sublime que comparto con toda expresión de vida.
Cantares 2:12
“Ya han brotado en el campo, ha llegado el tiempo de los cantos”