21 de Octubre de 2015- Miercoles
Alineo mi mente y corazón con la curación.
Curación
Toda curación comienza cuando alineo mi corazón y mi mente con la visión de Dios para mí. Soy perfectamente sano, vibrante en mente, cuerpo y espíritu. Invierto en mi salud pasando tiempo en comunión con Dios. Digo oraciones de gratitud por facilidad de movimiento y vigor. Sustento mi corazón meditando y entrenando mi mente con palabras positivas.
Guiado por el Espíritu, tomo decisiones saludables en cuanto a la alimentación y al ejercicio. Soy consciente de mi lenguaje y evito cualquier charla que me desanime. Alineo toda parte de mi ser con los principios de la verdad. Al hacerlo, veo que la curación a todo nivel no solo es posible sino inevitable. Soy uno con Dios, sano, íntegro y saludable.
Éxodo 23:25
“Quitaré de en medio de ti toda enfermedad”