31 de Octubre de 2015- Sabado
¡Dondequiera que estoy, está Dios!
Fe
No permito que una oportunidad perdida en el pasado me mantenga atado a lo que “pudo haber sido y no fue”. Por el contrario, tengo fe en que el Espíritu divino tiene para mí un sinnúmero de nuevas oportunidades cada día.
Dios me ofrece bendiciones a cada momento, y yo las reconozco y doy gracias por ellas. Afirmo: Dondequiera que estoy está Dios. Vivo, actúo y soy en la presencia del Espíritu divino. Tengo fe en la sabiduría que me guía a tener éxito en todo lo que emprendo.
Mantengo mi corazón abierto y confío. El tener presente que mi herencia divina comprende salud, paz, prosperidad, sabiduría y mucho más, fortalece mi fe y me brinda gozo.
Hebreos 11:8
“Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que él le iba a dar como herencia”