27 de Diciembre de 2015- Domingo
He nacido de nuevo.
Nacer de nuevo
Mi cuerpo se renueva diariamente. Nueva piel es creada, el cabello crece y cada órgano se rehace célula a célula. Este mismo proceso de renovación se aplica a mi vida interna. Quizás haya notado en mí un hábito o reacción que me gustaría cambiar, una creencia limitante que querría dejar ir o una historia falsa que desearía descontinuar.
En mi tiempo de oración pienso acerca de mi imagen divina. Imagino que esta es compasiva, comprensiva y más dada al perdón. Mantengo esta visión en mi mente y corazón, consciente de que puede tomar tiempo para que se manifieste plenamente en mi humanidad. Día a día dejo ir maneras antiguas de ser y doy vida a un ser renovado y radiante.
Colosenses 3:9-10
“Ya se han despojado de lo que antes eran... y se han revestido de la nueva naturaleza... que se va renovando a imagen de Dios”