09 de Enero de 2016- Sabado
Mis relaciones personales son transformadas cuando escucho sagradamente.
Escuchar
Si me encuentro en medio de un malentendido con otra persona, recuerdo este versículo de la carta de Santiago: "Todos ustedes deben estar dispuestos a oír, pero ser lentos para hablar y para enojarse". Esta sabiduría me anima a escuchar atentamente antes de reaccionar. Si un reto con otra persona surge, sigo la sabiduría de Dios y me siento en paz.
Al ir a la fuente de paz en mí, demuestro empatía y oigo con el corazón. Antes de hablar, hago una pausa y escucho para fortalecer las comunicaciones. En todas mis interacciones, hablo con claridad y comprensión. Mantengo en la mente una visión clara de resultados cordiales y pacíficos. Siento gratitud porque mis relaciones personales son transformadas cuando escucho sagradamente.
Proverbios 1:5
“Que lo oiga el sabio, y aumente su saber, y que el entendido reciba consejo”.