23 de Enero de 2016-Sabado
Soy bendecido con la fortaleza de la voluntad divina.
Fuerza de voluntad
La fuerza de voluntad es como un músculo: se fortalece con el uso. La fuerza de voluntad es una parte confiable de mí. Esta me permite aferrarme a algo o dejarlo ir, dependiendo de si apoya o no mi propósito más elevado. Cuando elijo hacer la voluntad de Dios, expreso mi naturaleza espiritual. Enfoco mi atención en el bien que deseo y afirmo mi habilidad para lograrlo. Mi voluntad da poder a mis intenciones y provee el ímpetu para llevarlas a cabo. Al utilizar el poder que tiene mi fuerza de voluntad para dirigirme, aumento el bien que viene hacia mí y que se expresa por medio de mí. Soy bendecido en mente, cuerpo y espíritu gracias al poder directo y divino de mi fuerza de voluntad.
Job 22:28
“Llevarás a buen término todos tus planes, y en tus caminos brillará la luz”.