27 de Enero de 2016-Miercoles
Mi vínculo con Dios aviva mi amor por los demás.
Orar por otros
Estoy vinculado infinitamente con Dios. Y, como Dios es la fuente de toda vida, mi vínculo me une también a todos los seres vivientes. Como un hilo en un tapiz hermoso, soy una individualización del todo. Otras personas puede que parezcan separadas o diferentes a mí. Mas cuando veo todo el tapiz, puedo apreciar nuestra unidad. El amor surge de mí gracias a la comprensión de que somos uno. Si las emociones de los demás parecen tan abrumadoras que mi paz mental comienza a afectarse, encuentro fortaleza y resiliencia gracias a la oración. Apoyo y cuido toda manifestación de vida al visualizar la salud perfecta en cada ser. Lo hago porque sé que estoy vinculado infinitamente con todos los seres vivientes por medio de mi unidad con Dios.
Santiago 5:16
“Oren unos por otros para que sean sanados”