25 de Febrero de 2016- Jueves
Soy protegido de manera divina.
Protegido
Si me siento angustiado por alguna circunstancia, logro sentir paz al saber que Dios está en medio de ella.
Quizás no entienda por qué las cosas pasan de la
manera que lo hacen, pero confío en que el amor divino mora en todo.
Mantengo mis pensamientos enfocados en el espíritu –nada puede perturbar la paz de mi alma–.
No existe situación ni persona más poderosa que Dios. Si me siento abatido por la duda, el temor o la ansiedad, niego que estos sentimientos tengan poder sobre mí. Afirmo: Dios es todo poder.
La mente divina es omnisciente. Cristo es la única verdad. El espíritu es todo amor.
No existe nada que no sea de Dios. Estoy a salvo y soy amado siempre.
La presencia eterna me protege.
Salmo 16:1
¡Cuida, oh Dios, de mí, pues en ti busco protección!