10 de Marzo de 2016- Jueves
La vida divina en mí es mí fortaleza, mi consuelo, mi todo.
Consuelo
Cuando un padre espera noticias de su hijo enfermo, una comunidad se prepara para la inclemencia del tiempo o ante cualquier otro reto, ¿cómo podemos encontrar la fortaleza para mantenernos firmes en la fe? Sabiendo que Dios está con nosotros. James Dillet Freeman nos recuerda esto en su poema Estoy siempre contigo: “¿Me necesitas? Estoy contigo. No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite ver... solo en el silencio absoluto, más allá del ‘yo’ que aparentas ser, puedes conocerme, y entonces solo como un sentimiento y como fe. Todavía estoy contigo. Todavía te oigo. Todavía te contesto. Cuando me necesitas, estoy contigo”.
En medio de la oscuridad, la luz divina guía nuestro camino. Durante momentos de pesar, la paz de Dios calma nuestras emociones. (F)
Isaías 66:13 13 Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo.