12 de Mayo de 2016- Jueves
Escucho con un corazón abierto.
Una de las cosas más poderosas que puedo hacer por mí mismo y otros es desarrollar la habilidad de escuchar. En el trajín de la vida, puedo olvidar estar atento al mundo a mi alrededor. En armonía con el mundo, escucho que los pájaros dan la bienvenida al día con sus trinos. Estoy atento a las palabras de familiares y amigos según interactuamos. Percibo los sonidos de la ciudad o del campo y los ruidos cotidianos de la vida. Escucho atentamente, sintiendo mi unión con el mundo. Soy uno con todas las personas y con toda vida. Veo las maneras cómo todos estamos entretejidos como una comunidad. Reconocemos lo importante que es oírnos unos a otros nuestros pensamientos, nuestras opiniones, nuestros temores y deseos.
Lucas 8:18
Así pues, oigan bien.