29 de Junio de 2016- Miercoles
Respondo el llamado a medida que abro mi corazón a la sabiduría de Dios.
Responder el llamado
Responder el llamado, ¿qué significa? Para un ministro puede significar un profundo compromiso de servir a Dios. Para un médico o una enfermera, ayudar a otros a sanar y sentirse bien. Para un maestro, motivar a los estudiantes en su crecimiento académico.
¿Cuál es mi llamado? ¿Qué me apasiona? El poeta W. E. Henley escribió una vez “Soy el amo de mi destino; soy el capitán de mi alma”. Estas palabras fortalecen mi resolución de encontrar el camino que debo seguir. Abro mi mente y corazón a Dios, sabiendo que todo me será revelado en el momento correcto y de la manera perfecta. La clave para responder el llamado es estar receptivo a nuevas experiencias y a la sabiduría divina.
Filipenses 3:14
¡Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.