11 de Octubre de 2016- Martes
Dejo ir y les doy la bienvenida a las bendiciones de Dios.
Dejar ir
La última vez que recibí una sorpresa maravillosa o un resultado que excedió mis expectativas, ¿cuándo fue? ¿Cómo sucedió esto sin yo haberlo planificado? Ocurrió gracias a la actividad de Dios. A veces puede que necesite un recordatorio para hacer a un lado mi voluntad personal y permitir que las bendiciones lleguen a mí. Cuando dejo ir la necesidad de estar a cargo, expando mi capacidad de recibir. Al dejar ir y aquietar mis pensamientos, mi mente goza de una receptividad apacible.Qué regalo tan refrescante el estar simplemente en la presencia. En este estado de paz, estoy receptivo a la guía, a las oraciones contestadas, a bendiciones más allá de lo que pueda imaginar. Dejo ir y doy la bienvenida a las bendiciones de Dios.
Mateo 11:29-30
Lleven mi yugo sobre ustedes, porque mi yugo es fácil, y mi carga es liviana.