17 de Octubre de 2016- Lunes
Inmerso en el amor de Dios experimento el cielo en la tierra.
El cielo en la tierra
Acunar a un bebé dormido; compartir una velada con amigos queridos; orar a la orilla del mar. Entro en una conciencia celestial cuando estoy en paz y soy uno con Dios. Durante estos momentos siento la unidad verdadera. No existe ningún sentimiento de separación entre el mundo y yo. Respiro profundamente y descanso en la maravilla del amor y la paz de Dios. Aquí mismo donde estoy ahora, estoy plenamente inmerso en el Espíritu. Con agradecimiento, reconozco esta expresión celestial como parte de mi experiencia terrenal. Permitir que mi mente se fusione con la mente única de amor puro; disolver mi ser en las profundidades de las posibilidades infinitas, eso es el cielo en la tierra.
Mateo 10:7
Vayan y prediquen: “El reino de los cielos se ha acercado”