26 de Octubre de 2016- Miercoles
Mi fe en el poder máximo me renueva y me da seguridad.
Renovación
Tomo tiempo cada día para renovar mi espíritu, sabiendo que los beneficios serán bendiciones inmensurables. Comienzo en la quietud de la oración. Allí dejo ir distracciones externas y enfoco mi atención en el espíritu de Dios en mí. El Espíritu divino llena el silencio con amor, paz y satisfacción. A medida que la presencia sagrada me rodea, recuerdo que soy su creación amada. Doy la bienvenida a la guía e inspiración de Dios en mi vida. Al inhalar y exhalar sosegadamente, centro mi atención en la belleza del Espíritu en mí. Soy renovado en mente y espíritu. Doy gracias a Dios por la sabiduría y la comprensión que me brinda para tomar decisiones buenas y correctas. (F)
Efesios 4 -23-24 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.