07 de Julio de 2017- Viernes
La infinita bondad de Dios fluye hacia mí y por medio de mí
Prosperidad
Si no se le obstruye, un arroyo lleva un fluir perenne de agua refrescante a todo en su ruta.
De manera similar, un arroyo de conciencia divina que fluye libremente me refresca y revitaliza.
Gracias a esta conciencia, nuevas oportunidades me son reveladas.
No existe límite para la abundancia de Dios que fluye hacia mí y por medio de mí, así que no construyo barreras a mi bien negando lo que es posible.
De mí depende mantener en movimiento el libre fluir de la bondad de Dios.
Al sostener esta verdad en mente y corazón, participo en la corriente de la prosperidad que bendice a aquellos con quienes interactúo, lejos o cerca, y a mí. La infinita bondad de Dios fluye hacia mí y por medio de mí .
Malaquías 3:10
Verán si no les abro las ventanas de los cielos y derramo sobre ustedes abundantes bendiciones.