08 de Diciembre de 2017- Viernes
Aprecio mi capacidad innata para perdonar.
Perdonar
Cuando practico el perdón personal, me libero de las cadenas que me han mantenido atado al pasado y me alineo con la visión erística. Eso abre el camino para ver la gloria que me rodea y que me llena.
Tomo un momento ahora para apreciar mi capacidad de perdonar y soltar.
La decisión de dejar ir el pasado es mía y nadie puede quitármela o prevenirla.
Gracias al perdón estoy receptivo a Dios.
Ya no me distraigo con el mundo externo porque estoy alineado a la presencia divina. Me perdono por haberme aferrado a creencias falsas acerca de quién soy.
Dejo ir el pasado.
Una comprensión nueva y radiante de mi naturaleza verdadera reemplaza toda convicción antigua e inútil.
Salmo 130:4
Pero en ti hay perdón, para que seas temido.