21 de Diciembre de 2017- Jueves
Cuando hago del descansar en la quietud parte de mi rutina, acojo las circunstancias de la vida con fe y fortaleza ilimitadas. Siento gratitud por mi práctica callada de oración. Gracias a ella, mantengo el balance y la fortaleza emocional aún en los momentos más difíciles.
La fe me permite perseverar con optimismo y esperanza inmutables. Incluso cuando tengo ante mí una larga lista de cosas por hacer, procedo con gozo y vigor. Completo con éxito cada actividad esencial. Cuando trate de alcanzar sueños aparentemente imposibles, ejercitaré mi fe y determinación dadas por Dios.
No me distraigo ni desaliento por todo lo que debo hacer. Confío en la fortaleza del Espíritu Santo , la cual es la esencia misma de mi ser.
1 Crónicas 16:11 ¡Busquen el poder del Señor! ¡Busquen siempre a Dios!