15 de Febrero de 2018- Jueves
Creo el hábito de hacer una pausa al comienzo del día para recordar quien soy en Verdad. A veces, reflexiono en las cualidades divinas, tales como compasión, bondad y belleza. Reconozco la presencia y el poder de mi identidad sagrada.
Recuerdo que he sido creado a imagen y semejanza de Dios, y me regocijo por la presencia de estas cualidades espirituales en mi ser. Las palabras de Rumi me recuerdan: “No eres una gota en el océano. Eres todo el océano en una gota”.
Cuando estoy establecido en fe, veo la belleza y magnificencia de Dios reflejadas donde quiera que voy. Cuando digo ¡Sí! a lo sagrado de mi ser, estoy receptivo a vivir una vida inspirada.
Efesios 4:23-24 Renuévense en el espíritu de su mente, y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios