23 de Mayo de 2018 - Miércoles
Mi fe me insta a creer que el Espíritu de Dios expresa vida y sabiduría por medio de mí. Respondo al llamado de la fe abriendo de par en par las ventanas de mi alma y viviendo en la plenitud del gozo.
Mis pensamientos son indicios del bien que es posible. Tengo fe en que lo mejor está por venir. Mis palabras son expresiones de positivismo. Estas animan a quienes están a mi alrededor y a mí a contribuir al bien que está desarrollándose. Mis acciones demuestran mi fe en acción. Expreso mi fe en todo lo que digo y en todo lo que hago. Tanto mis pensamientos y oraciones invisibles, como mis palabras y acciones perceptibles, confirman mi confianza en que el orden de Dios se expresa por medio de mí.
1 Juan 5:4 Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.