19 de Agosto de 2018- Domingo
Cuando Jesús enseñó a sus discípulos la importancia del perdón, no solo hablaba de algo imperativo desde el punto de vista moral. Cuando mantengo actitudes de ira, juicio, culpa y resentimiento hacia otros, abrumo mi conciencia y bloqueo el libre fluir de la energía divina en mí y por medio de mí.
Al elegir perdonar disuelvo el bloqueo interno.Ciertamente, mi decisión de perdonar tendrá un impacto positivo en quienes perdono, ya lo reconozcan conscientemente y lo acepten o no. No tengo poder sobre las decisiones de los demás.
Simplemente se me da la oportunidad de sentirme mejor y más amoroso al perdonar. Verdaderamente, al perdonar a otros, mi atención está centrada en la paz.
Mateo 18:22: Jesús le dijo: “No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”.