12 de Enero de 2019 -Sábado
Si siento estrés o estoy apurado, puede que parezca que no estoy alineado, que estoy fuera del centro de mi Fuente. Sin embargo, esto es lo más lejano a la verdad. Si me siento apartado de mi Fuente, es porque me he distraído de mi propósito espiritual.
La fe provee la respuesta: tener presente que en mí existen amor, creatividad, fortaleza y comprensión —regalos que están conmigo siempre.
Soy bendecido con un conocimiento interno que siempre me guía. Mis pasos se aclaran. Alineo mi esencia divina a medida que hago una pausa, respiro profundamente y aprecio la vida y las habilidades que se me han dado para hacer lo que me corresponde. Entrego mis preocupaciones a la serenidad del Espíritu en mí.