31 de Enero de 2019 - Jueves
La historia de mi vida está en continuo desenvolvimiento. A veces, puede sentirse como un drama, una comedia, un romance o una tragedia. Sin importar el género de mi situación actual, reconozco que soy el autor de la historia de mi vida. Si me encuentro reviviendo la misma narrativa una y otra vez, puedo elegir editar el libreto.
Evalúo mis experiencias alejándome mentalmente del drama humano. En su lugar, visualizo escribir un título de autoayuda. Edito y elimino cualquier creencia o pensamiento que no sirva a mi crecimiento y poder espiritual. Afirmo que yo soy un ser poderoso creado a imagen y semejanza de Dios. La historia de mi vida es un relato edificante para la gloria de Dios.