24 de Agosto de 2019-Sabado
Comprendo qué me corresponde hacer y qué no.
Así como un río fluye a través de rápidos y meandros tranquilos, el subir y bajar de la marea de mi vida varía con el tiempo. Cuando la corriente es rápida y la marea turbulenta, tal vez mi impulso sea aferrarme a lo conocido. Mas la inteligencia infinita guía todos mis pensamientos, palabras y acciones. Yo soy inspirado a dejar ir cualquier temor que pueda estar deteniéndome. Yo soy inspirado a permitir que el amor guíe el camino según el fluir de mi vida sigue su curso.
Al dejar ir y dejar a Dios actuar, posibilidades nuevas y emocionantes son reveladas. La oración restaura mi vínculo divino. Reclamo osadamente mis bendiciones. Descanso en la conciencia de que yo soy uno con la presencia de Dios —toda suficiencia y provisión.
Juan 7:38 Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva.—