22 de Septiembre de 2019- Domingo
Curación
AFIRMO SALUD Y SOY SANADO.
Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas cuentan la historia de una mujer quien creía que sería sanada con sólo tocar el borde del manto de Jesús. La mujer, según la historia, había estado enferma por 12 años. Al verla, Jesús le dijo: “Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada”. La fe de la mujer permitió que la salud resplandeciera por medio de la enfermedad. Ella sanó.
Como una emanación de Dios, la salud es mi derecho de nacimiento. La plenitud mantiene mi cuerpo, mente y mis emociones en equilibrio perfecto. Dejo ir cualquier creencia en enfermedad, escasez o limitación y enfoco mi fe en la salud que siempre ha estado presente. Afirmo salud y soy sanado.
Pero Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo: "Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada". Y desde aquel mismo momento quedó sana.—Mateo 9:22