18 de Diciembre de 2019 - Miércoles
Guía
SIEMPRE ESTOY RECEPTIVO A LA GUÍA DEL ESPÍRITU.
Cuando estoy receptivo al Espíritu, me conecto con mi intuición. Utilizo los acontecimientos en mi vida para evaluar mis sentimientos y discernir el camino perfecto. Estos acontecimientos pueden ser tan sencillos como una carta o una llamada por parte de un amigo o tan al azar como una canción en la radio. Me comprometo a estar receptivo.
A veces, necesito ayuda para tomar una decisión; otras, lo hago bien en el curso que me he trazado. De cualquier manera, presto atención al silbo apacible y delicado en mí. También elijo palabras que me ayuden a permanecer receptivo. Puedo utilizar una afirmación tan sencilla como “escucho”. Cualquier guía que reciba, estoy dispuesto a seguirla.
Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche.—Santiago 1:5