En este día de Navidad, los recuerdos de las Navidades de mi niñez llenan mi mente —el aroma de galletas recién salidas del horno y mi familia abriendo regalos. El amor y el gozo se avivan en mí cuando recuerdo que personas por todo el mundo se reúnen para asistir a servicios religiosos y pasar tiempo juntos. La maravilla y el asombro me llenan según pienso en el número de personas celebrando el nacimiento de Jesús.

Hoy la luz crística nace en nuestros corazones una vez más. Sé que Dios está conmigo siempre, resplandeciendo como la presencia crística en mí. Bien sea que este día esté lleno de festividades y diversión o sea de más tranquilidad y reflexión, mi corazón está lleno del espíritu de Navidad.