01 de Enero de 2020 - Miercoles
Año Nuevo
YO SOY RENOVADO Y RESTAURADO EN DIOS.
Al comenzar este año, recuerdo el círculo de la vida: comienzos, finales y experiencias en el medio. Al decir adiós al 2019, oro por el bien supremo para mí, para mis seres queridos y para todo el mundo. Digo mis oraciones en voz alta y con fervor.
Me comprometo a decir palabras de amor, esperanza, prosperidad y verdad, cada vez más en una conciencia de Dios y sin sentir separación. El Cristo, la luz del mundo que Jesús describió, mora en mí. El “feliz” en “feliz año nuevo” depende de mí. Parafraseando a Zig Ziglar: Mi actitud determina mi altitud. Miro hacia adelante, hacia el año venidero y adentro de mi ser sagrado, consciente del Espíritu divino. Percibo unidad y hermandad cuando aprecio al Cristo en todas las personas.
Dios mío, ¡crea en mí un corazón limpio! ¡Renueva en mí un espíritu de rectitud!—Salmo 51:10