12 de Enero de 2020 - Domingo
Paz interna
LA PAZ INTERNA ME BRINDA FORTALEZA, CALMA Y CLARIDAD.
La paz de Dios brilla desde el centro de mi ser como el suave resplandor de una vela. Dicha paz es parte de mi herencia divina, siempre esperando ser llamada a la expresión, sin importar lo que suceda a mi alrededor. La paz se expresa a través de mí y llega hacia mí cuando recuerdo que yo soy la expresión viva de Dios, creado a Su imagen y semejanza.
Para suscitar la paz divina, sólo necesito estar dispuesto a dejar ir aquello que bloquee su expresión. Permito que la divina facultad de eliminación obre en mí para liberar pensamientos limitantes, falta de perdón, carencia y miedo. Mi energía se torna más pacífica y orientada según libero cada uno de mis pensamientos limitantes. Me concentro en la paz pura de Dios.
Jesús se levantó y reprendió al viento, y dijo a las aguas: “¡Silencio! ¡A callar!” Y el viento se calmó, y todo quedó en completa calma.—Marcos 4:39