12 de febrero de 2020-Miercoles
Orden divino
DECLARO ORDEN DIVINO CON FE EN QUE MI BIEN SUPREMO SE DESARROLLA.
Si siento estrés o preocupación sobre cualquier tema en mi vida, me detengo un momento para darme cuenta de cómo me siento. Recuerdo que la necesidad de controlar los resultados sólo aumenta la intranquilidad. Elijo ver mi vida desde una perspectiva superior. Tengo presente que el orden divino funciona perfectamente a través de cada manifestación. Declaro orden divino, afirmando el mejor y más alto resultado.
Ahora puedo determinar más claramente qué debo hacer y cuándo tomar acción. En oración, podría recibir orientación para reorganizar mis prioridades o para pedir la ayuda de alguien. Mientras mantengo mi diligencia espiritual, confío en el orden divino. Soy paciente y permito que los eventos de mi vida se desarrollen.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.—Eclesiastés 3:1