19 de Mayo de 2020 - Martes
Paz interna
YO SOY UNO CON LA PRESENCIA DE DIOS.
A veces, la frase más sencilla ofrece el mayor beneficio, especialmente en momentos de tensión y estrés. Por ejemplo, afirmar “Dios y yo somos uno” ayuda a centrarme, a volver a la paz. Esas palabras me recuerdan que nunca estoy solo.
Lo que afronto puede ser superado, logrado y vencido porque permanezco asido a la sabiduría y a la protección divinas.
Cuando afirmo “Dios y yo somos uno” y respiro profundamente, siento que mi corazón se apacigua y mi cuerpo libera la tensión. Dejo ir todo pensamiento que me dé ansiedad. En este momento sagrado, existimos Dios y yo solamente. Repito esta Verdad hasta que sienta olas de paz fluyendo en mí. Descanso en la seguridad y la paz de mi vínculo con Dios.
Por las noches te desea mi alma, y mientras haya en mí un hálito de vida, te buscaré.—Isaías 26:9