Las afirmaciones elevan mi conciencia y alinean mis pensamientos con mi verdadera naturaleza como ser espiritual. Utilizo declaraciones positivas de la Verdad para dirigir mi enfoque —en vez de uno desalentador a uno optimista. Puedo ver claramente el sendero ante mí, tal como cuando limpio una ventana.

Gracias a mi actitud positiva, siento como si un gran peso que he estado llevando por mucho tiempo hubiera sido quitado de mis hombros. Todo mi ser se llena de vigor. Remuevo los obstáculos que aminoran mi conciencia del fluir de la vida divina en mí.

A medida que las palabras de la Verdad llenan mi mente, vibro con entusiasmo y vitalidad. ¡Verdaderamente me siento vivo, alerta, despierto y entusiasta!