Cuando veo árboles grandes con sus ramas extendidas llenas de hojas hermosas, puedo creer que esa es una imagen de plenitud y completitud. Sin embargo, cuando veo toda la imagen, me doy cuenta de que no estoy apreciando el árbol en su totalidad.

Sus raíces están bajo la tierra, donde encuentra su sustento. De manera similar, cuando veo mi cuerpo, puede que piense que lo estoy viendo en su totalidad. Mas en verdad, mi ser es mucho más que mi expresión física, comprende la totalidad de mi naturaleza física, mental, emocional y espiritual.

Bendigo y aprecio cada aspecto de mi ser. Mis raíces están arraigadas profundamente en una conciencia espiritual, la cual me sustenta.