11 de Junio de 2020- Jueves
Protección
ESTOY SEGURO EN LA PRESENCIA DEL AMOR DIVINO.
Durante períodos retadores, me refugio en la Verdad. Me siento seguro, protegido y a salvo en la presencia de Dios. Tomo tiempo para acudir al lugar secreto del Altísimo, y comulgo con el Cristo morador.
Siento serenidad. Mi corazón es fuerte. Si surge un desafío, determino no permitir que el temor u otro sentimiento negativo crezca en mi conciencia.
El espíritu protector de Cristo bendice mi mente, mi cuerpo y mis asuntos. Nada que esté ocurriendo en mi vida puede perturbar mi paz cuando permanezco centrado en la luz divina en mí. Al regresar a mis actividades diarias, me siento renovado y seguro. Al recordar que yo soy un ser espiritual, me siento libre de toda angustia y bendecido en cada área de mi vida.
¡Tú eres mi refugio! ¡Tú me libras de la angustia! ¡Tú me rodeas con cánticos de libertad!—Salmo 32:7