25 de Junio de 2020- Jueves
Fe
DIRIJO MI FE CORRECTAMENTE Y SOY BENDECIDO.
Tengo fe, no hay duda alguna de ello. Lo que puede cuestionarse es dónde la pongo. Las palabras y los pensamientos inseguros, el temor y la preocupación demuestran fe en lo negativo. Mantengo vivas la esperanza y la expectativa de bien.
Si mi fe no está donde ha de estar, me centro y redirijo mi energía hacia lo afirmativo y constructivo. Recuerdo que con Dios todo es posible. Cuando las circunstancias mejoran, mi fe se fortalece. Mantengo mi confianza, incluso cuando no veo evidencia del bien deseado. Si soy tentado a dudar, determino mantener mi corazón centrado en Dios. Mi mente está abierta a las posibilidades ante mí. Pienso solo en lo bueno.
Creo en el amor y en la presencia de Dios. Mantener mi fe firme en el bien me bendice.
Jesús le dijo: ¿Cómo que “si puedes″? Para quien cree, todo es posible.—Marcos 9:23