02 de Agosto de 2020- Domingo
Compasión
YO SOY AMABLE Y COMPASIVO.
Al buscar crecer en compasión, sigo el ejemplo de Jesús. Las historias del Evangelio dan muchos ejemplos de Jesús demostrando compasión. Él tuvo en cuenta las necesidades y los sentimientos de amigos y extraños por igual. Recuerdo que Jesús no evadió a los destituidos; los sanó y comió con ellos. Su compasión alimentó a una multitud y transformó el agua en vino.
Al enterarse de que su querido amigo había muerto, Jesús lloró. Incluso cuando sus discípulos lo desertaron y fue crucificado, Jesús Le pidió a Dios que los perdonara. Al desear ser compasivo, tengo presente que tanto mis palabras amables como mi presencia amorosa proporcionan consuelo. Escucho profundamente con mi corazón y con mis oídos.
No busque cada uno su propio interés, sino cada cual también el de los demás.—Filipenses 2:4