23 de Agosto de 2020- Domingo
Paz interna
LA PAZ DE DIOS LLENA MI MENTE, MI CORAZÓN Y MI VIDA.
Momentos tranquilos en un jardín fragante o pasear frente a un lago u otro lugar bello suscita una profunda conciencia de paz. También disfruto de paz en compañía de familiares, amigos y aquellas personas con quienes he compartido vivencias profundas.
Gracias a mi creciente conciencia espiritual, expreso paz dondequiera que esté. La verdadera serenidad proviene de lo profundo de mi ser. Si me siento atribulado, hago una pausa, respiro profundamente y libero el temor y la preocupación. Al centrar toda mi atención en la Presencia divina, respiro una paz que calma mis emociones, sosiega mis pensamientos y da descanso a mi cuerpo. Continúo inhalando paz y exhalando aquello que no es para mi mayor bien, y avanzo con renovada claridad y confianza.
Tú guardas en completa paz a quien siempre piensa en ti y pone en ti su confianza.—Isaías 26:3