14 de Septiembre de 2020- Lunes
Gracia
ACEPTO CON GRATITUD LA GRACIA DE DIOS.
Hacer a un lado los empeños para lograr resultados específicos o para que las cosas sucedan de cierta manera puede ser retador. Tanta carga puede hacerme sentir exhausto. Entonces recuerdo que la gracia de Dios está disponible para mí y que no tengo porqué depender solamente de mis esfuerzos.
Abandono mi empeño por resultados precisos y entrego mis deseos y necesidades a Dios. No importa lo que esté sucediendo en mi vida, permanezco abierto al bien que aguardo.
Libero las preocupaciones sabiendo que las bendiciones del Espíritu son mejores que lo que pueda imaginar. La gracia puede venir a mí como ideas que me ayudan a discernir qué me corresponde hacer. Doy paso a la gracia de Dios y estoy abierto para recibirla.
Ciertamente de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.—Juan 1:16