24 de Diciembre de 2020- Jueves
Nochebuena
DOY LA BIENVENIDA AL NACIMIENTO SAGRADO QUE OCURRE EN MÍ.
En esta Víspera de Navidad, pienso en María y José y en cómo su viaje de fe los guió hasta el humilde nacimiento de Jesús en un establo. Con amor en sus corazones y tranquilidad a su alrededor, trajeron al mundo al Niño Sagrado. Lo acostaron en un pesebre y su júbilo fue completo.
Llevo este relato conmigo como un recordatorio de que, cuando enfrente grandes desafíos, puedo tener fe para dejar que Dios me guíe, paz para manifestar la luz divina en mí y amor para tener presente que nunca estoy solo. Con júbilo recibo el nacimiento del Cristo según contemplo el nacimiento de Jesús hace más de dos mil años.
La luz divina brilla constantemente. La historia de la Navidad me recuerda que lo Divino está naciendo siempre.
¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor!—Lucas 2:14