La Epifanía marca la llegada de los Reyes Magos a Belén. Ellos siguieron la luz de una estrella radiante que los guió en su viaje para honrar a Jesús. Este día de fiesta es un hermoso recordatorio de la luz divina que brilla en mi alma. Dicha luz me guía a lo largo de mi viaje según busco expresar mi naturaleza divina.

Al reconocer la luz de la sabiduría y amor que moran en mí, abro mi mente a nuevas posibilidades y maneras de alcanzar mis más profundas intenciones y metas. Para recordar mi Verdad, afirmo: “Despierto plenamente a mi verdadera esencia”. Jubilosamente abordo el año nuevo sabiendo que cada día me brinda la oportunidad de compartir mis dones de amor, paz, gozo y sabiduría con el mundo.