Un rompecabezas no está completo hasta que encajen todas sus piezas. Al igual que las piezas, cada persona es parte vital de la familia humana. Si una persona no es valorada, la paz nos eludirá a todos. Lograr la paz mundial significa que cada persona es tratada con amabilidad y respeto.

Me comprometo a apreciar la humanidad y la divinidad de todas las personas. Aunque alguien sea rudo o impaciente conmigo, lo trato amablemente y con compasión. Mi compromiso con la paz, mantiene mi corazón y mi mente centrados en Dios y en la conexión que tengo con los demás. Estoy determinado a ver lo mejor de cada persona. Al compartir mi presencia pacífica, ayudo a completar el hermoso e intrincado rompecabezas que es la paz mundial.