19 de Marxo de 2021- Viernes
ortaleza
CONFÍO EN MI INAGOTABLE FORTALEZA ESPIRITUAL.
Cuando llevo una carga pesada, mis músculos se cansan y mis huesos se agotan. A diferencia de la fuerza física, la fortaleza espiritual es ilimitada, es un aspecto de mi identidad divina.
Utilizo mi fortaleza espiritual para mantener el curso si mi atención disminuye; para mantener mi resiliencia cuando me siento tentado a desistir y para persistir ante los desafíos cuando pienso que es más fácil rendirme.
Para avivar la conciencia de mi fortaleza espiritual, cierro los ojos e imagino un árbol de tronco ancho y de raíces profundas. Incluso si llueve y ventea fuertemente, el árbol se mantiene erguido, impasible ante el tiempo. Sus raíces y flexibilidad lo mantienen firme. Hoy yo soy como el árbol, enraizado en la fuerza divina.
Manténganse atentos y firmes en la fe; sean fuertes y valientes. Háganlo todo con amor.—1 Corintios 16:13-14