Expreso mi espíritu libre e ilimitado en este momento. El pasado no me ata. El futuro no me limita. Como ser espiritual, ¡soy libre! Al dejar ir los pensamientos y sentimientos que me han abrumado o me han aplastado, mi corazón se eleva hacia una nueva vista, a una atmósfera más alta de libertad.

Abrazo la verdad de que tengo el poder dentro de mí para determinar mi experiencia. Con Dios como mi fuente, soy hecho para vivir libremente. Nadie más puede darme mi felicidad y paz mental. Así como deseo expresar mi singularidad, les permito a los demás sus expresiones particulares distintivas.

Al liberar a los demás, comparto generosamente el amor de Dios que plena mi corazón, expande mi mente y libera mi alma.