He sido bendecido con poderes espirituales para crear mi mundo. Escojo mis pensamientos, sentimientos, palabras y acciones. Uso mis dones de forma creativa y con intención. Por ejemplo, expreso el poder del amor para contribuir a un mundo de armonía.

Me conecto con el poder restaurador de la vida para enviar energía sanadora a todo mi cuerpo. Uso mi poder de comprensión para profundizar mi conciencia de mi naturaleza espiritual. Cuando debo tomar una decisión, discierno entre las opciones usando mi poder de sabiduría y utilizo mi poder de voluntad para escoger la mejor. El poder de mi fe me ayuda a confiar en que todos aquellos a quienes mantengo en oración son bendecidos abundantemente. Yo soy un ser divino, bendecido con dones espirituales.