26 de Mayo de 2021- Miercoles
A veces, las dificultades de los demás y el estado del mundo me tocan las fibras del corazón. Puede que me sienta movido por la compasión y desee extender la mano, ayudar o incluso simplemente compartir una palabra de aliento. Este impulso es la guía de mi corazón, el amor de Dios que fluye libremente y se manifiesta a través de mí para hacer su trabajo en el mundo.
Escucho la poderosa guía de mi corazón. Respondo al llamado que discierro dentro de mí para cuidar y ser de ayuda en todo lo que pueda.
Cuando me sintonizo profundamente con la sabiduría de mi corazón, mi guía se vuelve clara. Ya no me preocupa si encontraré las palabras correctas para decir o me pregunto qué debo hacer para ser un consuelo o un servicio. Soy un canal del amor y el cuidado de Dios, guiado por la sabiduría de mi corazón para ser una fuerza para el bien en el mundo.
Este es Dios, nuestro Dios por los siglos de los siglos. Él será nuestro guía para siempre (Salmo 48:14).