Si añoro sentirme libre, busco primero dentro de mí. No me hace ningún bien desear que algo fuera de mí, me haga sentir libre. Es realmente un trabajo interno. Gracias al Espíritu divino, me libero de dudas, inseguridad, indecisión y de todo aquello que pueda detenerme.

Pensar en pequeño limita mi vida y restringe las posibilidades disponibles para mí. Hoy veo cómo mi mundo se expande cuando dejo todo pensamiento de duda e insuficiencia atrás. En cambio decido creer lo mejor de mí. Estoy confiado, valiente y fuerte.

Yo soy libre de dar los pasos para crear la vida de mis sueños. Un futuro brillante me espera y decididamente tomo mi lugar en él. Estoy listo para vivir mi vida al máximo.