Digo ¡Sí! al día de hoy. Esta simple palabra abre mi mente y mi corazón a nuevas posibilidades. Digo ¡Sí! consciente de que estar dispuesto es el comienzo. Aprovecho plenamente las oportunidades para ser y lograr mis metas y de expresar mi naturaleza divina de maneras significativas.

Cuando comienzo un proyecto, utilizo mi entusiasmo y sabiduría para realizarlo con alegría. Dispuesto a ser y a lograr más, no me dejo llevar por rutinas cómodas y conocidas. Cuando aparece una oportunidad de intentar algo nuevo, digo ¡Sí! Cuando enfrento un obstáculo, mi entusiasmo me lleva a buscar soluciones creativas. Siempre entusiasta, ¡estoy deseoso de saludar a la vida!