14 de Julio de 2022-Jueves
Soy uno con el espíritu, uno con el gozo.
Gozo
Nada reemplaza el gozo del espíritu, nada es más fuerte que la presencia divina moradora. El gozo es constante y está inmune a las circunstancias externas, otras personas o condiciones adversas. Sin embargo, si alguna vez me siento descorazonado porque las cosas no van como espero, dirijo mi atención al centro de mi ser.
Al acudir a mi interior, encuentro que el gozo nunca me ha abandonado. Soy amado. Soy fuerte. Soy uno con Dios en todo sentido. Mi sentimiento de gozo regresa cuando permito que mi conciencia se eleve hacia la presencia y el poder inmutables del espíritu.
El gozo es tan natural para mí como respirar y sonreír, porque el espíritu está conmigo y en mí todo el tiempo.
Hebreos 1:9
“Te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría”.